Henri Caffarel nació el 30 de julio de 1903 en Lyon. Fue bautizado el 2 de agosto de 1903 y ordenado sacerdote el 19de abril de 1930, en París. Murió el 18 de septiembre de 1996 en Troussures, en la diócesis de Beauvais, donde fue enterrado.
«¡Ven y sígueme!». Esta palabra del Señor está inscrita en su tumba, porque en marzo de 1923, tuvo lugar el evento que iba a orientar toda su vida: «A los veinte años, Jesucristo, en un instante se convirtió en Alguien para mí. Oh! Nada espectacular. En ese lejano día de marzo supe que yo era amado y que amaba, y que de todas maneras entre El y yo, esto sería para toda la vida. Todo estaba jugado ».
El joven Henri Caffarel encontró a « Alguien ». Así todo lo que él va a fundar y organizar se hará poco a poco, como el Señor le mostrará. El cardenal Jean-Marie Lustiger habla del Padre Caffarel como «de un profeta del siglo XX ». También tenía conciencia de hacer « algo nuevo por la Iglesia ».
Henri Caffarel fue tocado por el amor del Señor. El ministerio del Padre Henri Caffarel será al servicio del amor, «ser amado, amar». El amor del Señor es para él fuente de dinamismo y de vida. Inmediatamente entró en armonía con las parejas deseosas de hacer florecer su amor a la luz del Señor…
Cualquiera que sea la obra emprendida, el Padre Caffarel tiene un solo objetivo: colocar a cada uno ante el Señor, en el origen de toda vocación.
Henri Caffarel concluyó: «Todo estaba jugado.» He aquí una conclusión a su manera… «No hay nada a discutir, uno obedece, trabaja, no hace alarde de los servicios prestados, y cuando todo ha acabado, uno se va… »
Hay rigor, exigencia, precisión en los detalles, voluntad de llegar hasta la meta, mirar concretamente los eventos y los seres, capacidad de descargarse de todo lo que no va con el sentido de lo que él «quiere »….
I. Las fundaciones (1939-1949)
Henri Caffarel responde al llamado de algunas parejas que querían vivir el sacramento del matrimonio. «La exigencia de santidad os concierne. Para responder a ello, tenéis un sacramento que os pertenece, el matrimonio ».
El número de Equipos de Matrimonios aumenta. Se ofrece una orientación espiritual, cada vez más clara a medida que avanza el descubrimiento de la gracia del matrimonio.
Las publicaciones, «Carta a los jóvenes matrimonios» (1942), «El Anillo de Oro» (1945), marcaron profundamente a numerosas parejas y su impacto superó largamente los Equipos. El Padre Caffarel quería ser comprendido por todos para que la gracia del amor de Dios pudiera permanecer activa entre todos. Quería que todos comprendieran la grandeza del matrimonio. El asunto siempre es actual.
Un momento decisivo en la acción del Padre Caffarel fue la escritura y puesta en obra en 1947, de «La Carta de los puntos concretos de esfuerzo», especialmente «el deber de Sentarse » son característicos de la vida cotidiana de las parejas. Habiendo sido embargados por el espíritu de los Equipos, no tendréis dificultad en aceptar su disciplina », dijo el Padre Caffarel. Vivir el Evangelio en la vida de pareja, tal es «el camino de Santidad».
En este mismo período, dos nuevas fundaciones vieron el día: el Movimiento de los Viudos «Esperanza y Vida» y la «Fraternidad de Nuestra Señora de la Resurrección», Instituto secular de viudos. Como siempre, « la idea » de esas fundaciones no es suya: lo acabamos de ver, a él se le expresa el deseo de una vida santa; entonces él discierne, estimula, acompaña.
II. El tiempo de maduración (1950-1973)
Los Equipos de Nuestra Señora se desarrollan. Una organización empieza. Se llevan a cabo grandes encuentros: Lourdes en 1954, Roma en 1959, Lourdes en 1965… Es la oportunidad de una profundización de la gracia del matrimonio y de su grandeza. El Padre Caffarel también insiste en el enriquecimiento mutuo de los sacramentos del Orden y el Matrimonio: dos sacramentos « complementarios » para responder a la vocación del amor.
Los Equipos afrontan grandes debates: ¿Son un movimiento de iniciación o de perfección? Se debe encontrar el equilibrio entre esos dos aspectos. Surgen dos pruebas cuyo meollo son la unidad del Movimiento y la libertad de los laicos, su originalidad y su personalidad. En este dominio, el padre Caffarel siempre se mostró en armonía con la Iglesia, a veces de manera ejemplar y valiente. Envía a todos los equipistas a su parroquia, su diócesis, su apostolado en su profesión y en su mundo.
A los 70 años, él mismo se retira de su servicio en los Equipos después de asegurar su sucesión.
III. La profundización (1973-1996)
En 1966, le ofrecieron la casa de Troussures, de la cual hizo una « Casa de oración »; en 1995 organizó allí las « Semanas de oración », durante las cuales, en silencio total, loso participantes pasaban seis días con ese gran deseo de encontrar a Dios. Innumerables son las personas que han encontrado al Señor en la Casa de oración de Troussures. La fecundidad del Padre está inscrita en los corazones, en la relación única de cada uno con Dios. Su inmenso deseo era compartir la revelación que él tuvo a la edad de veinte años. Sus últimos años en Troussures muestran la fuente de donde brotaban todas las cosas en él.
Los Equipos de Nuestra Señora: nacieron en 1939, actualmente cuentan con más de 120.000 adherentes repartidos en 70 países (en 2010).
http://www.equipes-notre-dame.com/
La Fraternidad de Nuestra Señora de la Resurrección: movimiento de viudos consagrados, nació en 1943, cuenta con 200 miembros.
http://www.veuves-chretiennes.cef.fr/fr/
Esperanza y Vida : movimiento para los primeros tiempos de la viudez
http://www.esperanceetvie.com/
Los Intercesores: que oran, ayunan y ofrecen su vida cotidiana.
http://www.equipes-notre-dame.com/fr/communication-et-liaison/prier-les-intercesseurs
La Casa de Oración de Troussures: Este Centro tuvo una inmensa radiación para quienes deseaban aprender a orar. Esta obra continúa a través de las propuestas hechas por los Equipos de Nuestra Señora en la Casa de la pareja, Massabielle (en Saint-Prix, Val d’Oise), y sobre todo por la importancia que se da a la oración interior en los Equipos y las escuelas de oración.
https://massabielle.net/
Las Fraternidades José y María: movimiento de profundización de la espiritualidad conyugal.
El Padre Henri Caffarel también participó, con la ayuda del padre Joly y del padre Alphonse d’Heilly, en el origen de los Centros de Preparación al Matrimonio.